Febrero
Hay pérdidas que nos rompen como si fuéramos ruinas y dejan recuerdos que con el tiempo son abandonados y olvidados. Llevo luchando todo este tiempo en contra de ello, pero me es imposible. Colaboro con gente próxima a mis circunstancias, sin cánon y sin experiencia como modelos. Nunca se han desnudado en público para un fin artístico y al igual que yo se resisten a ser etiquetadas y saben que la diferencia es un valor y no un estigma. Estas fotografías forman parte de un proyecto en construcción, como yo misma, iniciado en “Febrero” de 2020 y así titulado por ser un mes en el que viví una gran pérdida familiar y también algunos de los duelos que genera la vida y todavía trato de entender. En cada imagen se produce un acto performatico que no es más que la experiencia vivida durante el desarrollo de las mismas, creando vínculos y conexiones; todos hemos perdido un lugar, una persona, y nos hemos sentido en ruinas intentando reconstruirnos. Quizás por eso el abandono, la pérdida y la ausencia, alimentan mi búsqueda creativa, desarrollada a través del desnudo principalmente femenino y la naturaleza.
Me he criado en la España vacía, donde busco lugares mientras paseo para olvidarme de cualquier contrariedad. Los malos recuerdos se intercambian por bellos lugares que manipulo mediante una actitud de reflexión y autodefensa. Para mi pesar, el desnudo sigue siendo un acto de protesta, de provocación, de resistencia, y en este lugar, mientras me han llenado de etiquetas yo he estado llenándome de imágenes. Porque yo soy más que mi género, mi orientación sexual, mis creencias o mi ideología.
Aquí sólo somos cuerpos soportando las ruinas y la naturaleza muerta.
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